4 tipos de personas que deberían EVITAR comer repollo

 

 

Piensa en tu tiroides como el director de orquesta, coordinando las funciones esenciales de tu cuerpo. El problema es que el repollo contiene goitrina, un compuesto que puede alterar esa armonía al provocar la inflamación de la glándula tiroides.

Si tienes bocio o cualquier tipo de disfunción tiroidea, es mejor tener cuidado. ¿No te resistes a la col? Prueba a remojar las hojas en agua con sal durante 10 a 15 minutos y luego pícalas finamente antes de comerlas. Este sencillo paso reduce significativamente la cantidad de bocio.

2. Personas con digestión sensible

Si tu sistema digestivo es como una autopista, el repollo actúa como una excavadora, ideal para despejar obstrucciones gracias a su contenido de fibra. Pero para las personas con problemas digestivos como diarrea o intestinos sensibles, esa excavadora puede convertirse en una aplanadora desbocada, empeorando las cosas.

Si tu digestión ya está comprometida, es mejor evitar el repollo y optar por verduras más suaves como zanahorias cocidas o calabacines al vapor.

3. Personas propensas a alergias o hemorragias oculares

 

Cuando pensamos en alergias, solemos pensar en la primavera y el polen. Pero comer repollo, sobre todo encurtido o fermentado, también puede provocar reacciones inesperadas como picazón, ojos llorosos o goteo nasal.

Esto se debe a que la col contiene histamina, un compuesto natural que puede aparecer inesperadamente y causar estragos. Por lo tanto, si eres propenso a reacciones alérgicas o has sufrido hemorragias subconjuntivales (esas pequeñas manchas rojas en el ojo), es recomendable evitar la col.

4. Personas con problemas renales

¿Podría ser la col una trampa escondida en tu plato? Para tus riñones, sí. La col contiene ácido oxálico, que puede unirse al calcio, el hierro o el magnesio para formar cristales, también conocidos como los temidos cálculos renales.

Si padeces enfermedad renal o tienes antecedentes de cálculos renales, consulta con tu médico antes de probar la ensalada de col. Un truco útil para reducir el riesgo: corta la col en trozos pequeños y cocínala bien, como si fuera un guiso de invierno a fuego lento.

Una última palabra

El repollo es un verdadero regalo de la naturaleza, pero como todo lo bueno, tiene sus inconvenientes. Para algunos, la moderación o una preparación cuidadosa son clave para disfrutar de sus beneficios sin comprometer la salud.

Como siempre, el equilibrio y escuchar a tu cuerpo son esenciales. Así que, ¿listo para disfrutar de tu próximo plato de col con total tranquilidad?

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