Aunque solemos desecharla sin pensarlo, la cáscara de plátano esconde un verdadero tesoro de beneficios para la piel. Rica en antioxidantes, vitaminas (como la A, B, C y E), minerales y enzimas naturales, esta parte del plátano puede convertirse en un poderoso aliado en tu rutina de belleza, completamente natural y accesible.
Uno de sus usos más conocidos es en el tratamiento del acné. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, la cáscara ayuda a reducir la inflamación de los granitos y prevenir nuevas erupciones. Basta con frotar la parte interna de la cáscara sobre la piel limpia, especialmente en las zonas afectadas, dejar actuar por unos 10-15 minutos y luego enjuagar con agua tibia.

Además, la cáscara de plátano actúa como un limpiador natural, ayudando a eliminar impurezas y exceso de grasa sin resecar la piel. Al usarla regularmente, puedes notar un rostro más fresco y equilibrado.
También es muy eficaz para disminuir las ojeras y bolsas debajo de los ojos. Aplicar suavemente la parte interna de la cáscara en la zona durante 10 minutos cada mañana puede ayudar a descongestionar la piel, gracias a su contenido de potasio y antioxidantes, que estimulan la circulación y reducen la hinchazón.