Los polifenoles del aceite de oliva actúan sobre los procesos inflamatorios, ayudando a aliviar dolores articulares y musculares asociados a inflamación crónica.
6. Combate el envejecimiento celular:
Su alto contenido en antioxidantes protege las células del estrés oxidativo, retrasando el envejecimiento prematuro de la piel y los órganos.
7. Mejora la absorción de nutrientes esenciales:
Consumido antes del desayuno, ayuda a absorber mejor vitaminas liposolubles como A, D, E y K, así como minerales presentes en los alimentos.
8. Regula el apetito y apoya el control del peso:
El aceite de oliva produce una sensación de saciedad que puede ayudar a reducir la ingesta calórica en el resto del día.
9. Refuerza el sistema inmunológico:
Sus propiedades antimicrobianas y antioxidantes fortalecen las defensas naturales del cuerpo, ayudando a prevenir enfermedades.
Conclusión:
Incorporar aceite de oliva extra virgen en ayunas es un gesto sencillo con múltiples beneficios. Siempre debe elegirse un producto de alta calidad y, en caso de condiciones médicas específicas, consultar a un profesional de salud.