- En un recipiente limpio, mezcla las dos cucharadas de miel con la cucharada de sal y la de bicarbonato de sodio. Revuelve bien hasta obtener una pasta homogénea.
- Limpia tu rostro con agua tibia para abrir los poros y facilitar la absorción de los ingredientes.
- Aplica la mezcla sobre las zonas con puntos negros o espinillas, como nariz, mentón o frente, con suaves movimientos circulares. Evita el área de los ojos.
- Masajea durante 1 o 2 minutos y deja actuar la mezcla durante 5 a 10 minutos.
- Enjuaga con agua tibia y seca tu piel con una toalla suave. Finaliza con un tónico facial o un poco de agua fría para cerrar los poros.
Consejos adicionales
- Puedes usar este tratamiento 1 o 2 veces por semana. No se recomienda hacerlo a diario para evitar irritaciones.
- Siempre realiza una pequeña prueba en el antebrazo antes de usar en el rostro, especialmente si tienes piel sensible.
Conclusión:
Este sencillo remedio natural no solo elimina puntos negros y espinillas, sino que también deja la piel más suave, limpia y radiante. Una opción casera que cuida tu piel sin químicos agresivos.