Una de las razones del aumento de la frecuencia urinaria es que el alcohol (especialmente la cerveza) es diurético, por lo que aumenta las ganas de orinar.
El alcohol produce un aumento de la micción, por lo que el cuerpo debe extraer agua de otros órganos.
Y esto significa que, además de agua, eliminas electrolitos importantes de tu cuerpo.
Esta es la principal razón por la que el alcohol produce dolor de cabeza, una resaca desagradable y poco a poco va enfermándote.
La orina puede volverse rosa, azul, verde, naranja y esta variación normalmente es causada por alimentos como el algodón de azúcar, la remolacha y los espárragos.
La hepatitis hace que la orina sea muy amarilla.
La presencia de sangre en la orina es preocupante porque puede indicar una afección grave, como cáncer de riñón, agrandamiento de la próstata y cálculos en la vejiga.
La orina espumosa muestra que estás consumiendo demasiada proteína, pero también puede ser un signo de enfermedad renal.
Debería preocuparse y consultar a su médico si:
– no puede controlar la necesidad de orinar
– está orinando más de lo habitual y sin aumentar la ingesta de líquidos
– tener dificultad para orinar
– está orinando menos de lo habitual
– se despierta varias veces durante la noche para orinar
– orina sólo pequeñas cantidades a la vez
– siente dolor al orinar
Por lo general, un cambio drástico en el color de la orina es causado por algo que consumiste durante el día.
Sin embargo, si son frecuentes (incluso sin un motivo dietético) y se presentan uno o más de estos síntomas, contacte con su médico lo antes posible para que pueda explicarle los cambios.
