- Corta las cebollas en trozos pequeños o en rodajas finas.
- Colócalas en un frasco de vidrio limpio.
- Cubre completamente con miel, removiendo suavemente para integrar.
- Tapa el frasco y deja macerar durante al menos 8 horas (idealmente toda la noche) a temperatura ambiente.
- Con el paso del tiempo, la cebolla libera su jugo y se fusiona con la miel, creando un jarabe líquido.
Modo de uso:
Toma una cucharadita del jarabe cada 2 a 3 horas durante el día. Es especialmente útil antes de dormir para calmar la tos nocturna. También puedes diluirlo en agua tibia o agregarlo a una infusión.
Variaciones y consejos adicionales:
- Con jengibre: potencia el efecto antiinflamatorio y ayuda a descongestionar.
- Con limón: aporta vitamina C y un sabor más cítrico.
- Dejar una cebolla partida cerca de la cama también puede ayudar a humedecer el aire y reducir la tos seca.
Importante: Este remedio es ideal para adultos y niños mayores de un año. No debe darse miel a bebés menores de 12 meses.
Conclusión:
Este jarabe casero no solo es eficaz y económico, sino también una forma cariñosa de cuidar a la familia con ingredientes naturales. Una tradición que sana el cuerpo… y reconforta el alma.