El enanismo es una condición genética que causa una estatura baja y, en muchos casos, también trae consigo desafíos físicos y sociales. Las personas con esta condición suelen enfrentarse a prejuicios y discriminación, una realidad que ha sido denunciada por muchos que buscan visibilizar sus historias y combatir las ideas erróneas que existen en torno a ellos. Este es el caso de Charli y Cullen, una pareja australiana que decidió desafiar las advertencias de los médicos y embarcarse en la aventura de la paternidad a pesar de los riesgos que implicaba su condición.
Charli, quien padece acondroplasia, el tipo más común de enanismo, y Cullen, diagnosticado con displasia acrómica, una afección que también limita su crecimiento físico, se conocieron en 2012 y, pocos años después, contrajeron matrimonio. Desde el inicio de su relación, ambos compartían el sueño de formar una familia, pero los médicos les advirtieron que el embarazo podría no ser seguro. Según los profesionales de la salud, existía un 25% de probabilidad de que su hijo naciera con una condición similar, y las posibilidades de que el bebé no sobreviviera eran igualmente altas.