Uñas quebradizas o con forma de cuchara (coiloniquia): Las uñas pueden volverse frágiles, delgadas, quebradizas o incluso desarrollar una forma cóncava, similar a una cuchara.
Antojos inusuales (pica): Un deseo intenso de consumir sustancias no nutritivas como hielo, tierra, arcilla o almidón puede ser una señal de deficiencia de hierro.
Irritabilidad y dificultad para concentrarse: La falta de hierro puede afectar la función cerebral, lo que se manifiesta en irritabilidad, dificultad para concentrarse y problemas de memoria.
Inflamación o dolor en la lengua (glositis): La lengua puede inflamarse, volverse dolorosa o sentirse lisa.
Síndrome de piernas inquietas: Algunas personas con deficiencia de hierro experimentan una necesidad incontrolable de mover las piernas, especialmente durante la noche.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados por otras condiciones médicas. Por lo tanto, si experimentas varios de estos signos, es fundamental consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado a través de análisis de sangre y recibir el tratamiento necesario. Ignorar la deficiencia de hierro puede llevar a complicaciones más serias a largo plazo.
