En este caso, es necesario iniciar una reanimación cardiopulmonar (RCP) infantil de inmediato:
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Llamar a emergencias antes de comenzar.
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Colocar al bebé boca arriba sobre una superficie firme.
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Inclinar suavemente la cabeza hacia atrás para abrir las vías respiratorias.
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Insuflar aire en la boca del bebé 5 veces (cuidando que el pecho se eleve con cada soplido).
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Con el índice y el medio, realizar 30 compresiones torácicas al centro del pecho, a un ritmo regular.
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Volver a dar 2 insuflaciones.
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Repetir el ciclo: 30 compresiones y 2 insuflaciones hasta que el bebé respire o llegue la ayuda médica.
Más allá del miedo: la preparación salva vidas
Es normal sentir miedo en una situación de emergencia, pero estar preparado puede darte la confianza necesaria para actuar con rapidez y eficacia. Estos conocimientos no solo salvan vidas: también dan paz y seguridad a quien cuida.
Resumen:
Saber cómo actuar cuando un bebé deja de respirar puede marcar la diferencia. Las maniobras de primeros auxilios son sencillas pero requieren práctica y calma. Padres, abuelos y cuidadores deberían aprender estas técnicas para estar preparados ante lo inesperado.
Importante: Este artículo tiene fines informativos. Para aprender correctamente las técnicas de primeros auxilios y reanimación infantil, recomendamos asistir a un curso certificado por profesionales de la salud o instituciones reconocidas en tu país.