Rompe las cáscaras de las nueces y separa las cáscaras internas de las externas. Solo necesitarás las externas para hacer el tinte.
Coloque las cáscaras de las nueces en una olla y cúbralas con agua. Asegúrese de que queden completamente sumergidas.
Enciende la estufa y pon el agua a hervir. Una vez que hierva, reduce el fuego y deja que las cáscaras de nueces se cocinen a fuego lento durante unos 30 minutos. Esto permitirá que las cáscaras pierdan el color.
Después de 30 minutos, apaga el fuego y deja enfriar el agua y las cáscaras de nueces. Una vez que el agua esté lo suficientemente fría como para tocarla, estarás listo para continuar.
Coloca un colador sobre un bol y vierte el agua y las cáscaras de nueces. Esto te permitirá separar las cáscaras del agua.
¡Ya tienes tu propio tinte casero! Puedes aplicarlo directamente sobre el cabello limpio y seco con una brocha o esponja. Asegúrate de usar guantes para protegerte las manos.
Aplica el tinte uniformemente en tu cabello, asegurándote de cubrir cada mechón. Una vez aplicado, déjalo actuar al menos una hora. Si deseas un color más intenso, puedes dejarlo actuar por más tiempo.
Una vez que el tinte se haya fijado, enjuaga el cabello con agua tibia hasta que salga transparente. Evita lavar con champú durante las primeras 24 a 48 horas para que el tinte se fije mejor.
Ten en cuenta que el color que obtengas dependerá del tono natural de tu cabello.