El romero es una de las hierbas aromáticas más apreciadas en la cocina y en la jardinería, gracias a su fragancia intensa y sus múltiples beneficios. Sin embargo, mantenerlo espeso y saludable no siempre es fácil. Muchas personas se encuentran con plantas débiles, con ramas dispersas o de crecimiento irregular. Si quieres que tu romero luzca siempre denso y vigoroso, sigue estos cinco consejos que te ayudarán a conseguirlo sin complicaciones.
1. Ubicación adecuada y exposición al sol
El romero es una planta mediterránea que necesita abundante luz solar para desarrollarse correctamente. Para que crezca fuerte y espeso, colócalo en un lugar donde reciba al menos 6 horas de sol directo al día. Si lo cultivas en interiores, ubícalo cerca de una ventana bien iluminada y, si es necesario, utiliza lámparas de cultivo para complementar la luz natural.
2. Riego moderado para evitar el exceso de humedad
Uno de los errores más comunes al cuidar el romero es regarlo en exceso. Esta planta prefiere suelos secos y bien drenados, por lo que debes evitar encharcarla. Riégala solo cuando la tierra esté completamente seca al tacto. Si la tienes en maceta, asegúrate de que tenga buen drenaje para evitar la acumulación de agua en las raíces, lo que podría provocar pudrición.
3. Poda regular para estimular el crecimiento