Los puntos negros y las espinillas son problemas comunes de la piel, especialmente en el rostro, y suelen aparecer por la acumulación de grasa, células muertas y suciedad en los poros. Aunque existen muchos productos comerciales para combatirlos, una alternativa natural, económica y efectiva es el uso de ingredientes que probablemente ya tienes en casa: miel, sal y bicarbonato de sodio.
Ingredientes y propiedades
- 2 cucharadas de miel: Conocida por sus propiedades antibacterianas y humectantes, la miel es ideal para limpiar la piel profundamente sin resecarla. Además, suaviza, calma irritaciones y ayuda a mantener la hidratación natural del cutis.
- 1 cucharada de sal: La sal actúa como un exfoliante natural que elimina las células muertas de la piel y limpia los poros obstruidos. También tiene propiedades antimicrobianas que ayudan a prevenir nuevas imperfecciones.
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio: Este ingrediente regula el pH de la piel, reduce el exceso de grasa y tiene un efecto ligeramente abrasivo que potencia la limpieza profunda, ayudando a desincrustar los puntos negros y prevenir brotes de acné.
Preparación y aplicación