En el mundo de las infusiones medicinales, el té de clavo destaca por sus potentes propiedades curativas. Esta bebida milenaria, originaria de tradiciones orientales y usada en diversas culturas por sus beneficios terapéuticos, es una excelente opción natural para fortalecer el organismo, especialmente en temporadas frías o en momentos de debilidad inmunológica.
Los clavos de olor contienen eugenol, un compuesto activo con potentes propiedades antimicrobianas, analgésicas y antiinflamatorias. Gracias a esto, su consumo regular en infusión ayuda a combatir infecciones bucales, reducir la inflamación de las vías respiratorias y aliviar molestias digestivas. Pero sus beneficios no terminan ahí.

Al combinar el clavo con otros ingredientes medicinales como el jengibre y la canela, se potencia su efecto curativo. El jengibre es reconocido por su capacidad para descongestionar, mejorar la circulación y aliviar dolores musculares. Por su parte, la canela es un estimulante natural que mejora la digestión, estabiliza el azúcar en sangre y contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico.
Receta tradicional del té de clavo:
- ½ pulgada de raíz de jengibre fresco (pelado y picado)
- 1 rama de canela
- ¼ de cucharadita de clavos de olor enteros
- 3 tazas de agua filtrada
Preparación: